jueves, 24 de enero de 2013

Vendedores (malos) Clase I:

no les interesa en lo más mínimo concretar una venta

Antes que nada, cabe aclarar que respeto mucho a la gente que se dedica a la venta, y más a la que se apasiona con eso, y sabe realmente encontrar lo que el otro necesita (o despertarle la necesidad, también un poco se trata de eso) sin avasallarlo ni hacerlo sentir la nada misma.  Pero esos, creo, son los menos.

Hace tiempo vengo con problemitas con vendedores varios, y entre un hecho de esta semana y el me embola de Ayez, terminé de darle forma (bueh, más o menos) a esto.

CASO A:
Ubicación: JFS de Alto Palermo.
Voy a cambiar unas zapatillas que mis compañeros me regalaron.  Un muchacho, al que le asignan la oprobiosa tarea de ayudarme con el cambio pedido, me larga con una compañera suya.
Debo repetirle el motivo de mi visita: quiero cambiar estas zapatillas, por medio punto más y ver si hay en otros colores más vivos.
Cara de "te queres hacer la pendex" y pregunta:  son para usted?
Me lleva, tres modelos color pastel.  Casi le suplico que me deje probar el número que pedí.  Lo trae, hago el cambio por el número correcto (todo con la mejor onda de mi parte - mucho esfuerzo, les aseguro - y la piba a punto de transformarse, frente a mis ojos, en una ameba), porque colores... NO, me quedan estos nada más.
Y en otra sucursal habrá otros?
Puede ser... vaya y pregunte.  
Sin duda yo estaba padeciendo algo así como el síndrome de Estocolmo porque me empecinaba en quedarme con ella y, mirando las zapas de hombres, mismo modelo de la que yo había comprado pero mil colores veraniegos, le digo: Y esas?
Son de hombre
Pero yo tengo pie grande
Son de hombre
Pero a lo mejor el número más chic...
NO tienen otra horma.
Ok, gracias.

Me fui pensando que a lo mejor la fastidiaba porque era nada más un cambio, pero resulta que en el local de la misma marca en la otra cuadra del Alto Palermo, no sólo me dieron todos los colores que quise probarme y buscaron el número más chico de las de hombre, sino que me encargaron las zapatillas del color que yo quería.

CASO B.
Puedo decir que, en cierta forma, somos reincidentes.  Mismo local del Alto Palermo, vamos con una amiga a comprar un regalo: un equipo de pantalón y camperita para un compañero que sale a caminar todas las mañanas.
Podes creer que el pibe que se hizo el amable, vino tres veces a leer el código del conjunto que queríamos y volvía sin nada? Cuando trajo algo, no se parecía ni un poquito a lo pedido, y se excusó así de fácil: es que tengo que ir al sótano, por qué no buscan otra marca?
Si? de verdad?  Por qué no buscás otro trabajo ya que estamos?
Vamos a la otra marca y nos dice:  bueno, busquen acá a ver si hay algo que les guste...
Pero amiga no se calla nunca: Esperá, encima que no nos buscas lo que te pedimos, ahora nos estás tirando delante del perchero y nos tenemos que arreglar nosotras?
No, no, yo las dejaba acá y me iba a buscarles el otro conjunto.  Los tres sabíamos que mentía. Nos fuimos de ahí, yo como siempre me di vuelta y le dije gracias.  Se ve que soy medio masoca para estas cosas...

CASO C: panadería a la vuelta del trabajo.
Quiero un omelette de queso, sin jamón.
No me quedan, tengo sólo de jamón y queso.
Pero yo jamón no como...
(Fastidio) Pero tengo que pedir en la cocina que lo preparen, eh?
Si, gracias
Pero lo vas a tener que esperar (último intento por hacerme desistir o lograr hacerme comer jamón)
Si, gracias
Cara de cu, se va a la cocina y después me mira como si mi pedido la obligara a trabajar horas extras.
Y eso que sólo pedí un omelette, no un pavo relleno al horno!

CASO D:
Tenes un pantalón como este pero en mi talle?
Probate ese, si te va te busco uno sin abrir para llevarte.
Eh, pero este no es mi talle
(Ya viene con cara de a mi no me discutas que tengo rayos X en la mirada) A ver...
Dice 24, yo soy 36 (no me crean, es para exagerar la disparidad de números)
Son medidas distintas, probatelo (sonrisa forzada)
Voy al probador, te odio, esto no me va a entrar y me voy a sentir una ballena otra vez...
No, mirá... no me cierra.
Ah, claro sos gordita de piernas...  (te odio otra vez, sabelo), ahora me fijo si hay un talle para vos.
Obvio esa no me la banqué.  Creo que ni me probé el otro pantalón, le dije no gracias y me fui con la cabeza bien alta... y la moral bien caída.

Tengo colecciones de anécdotas, a lo mejor en realidad debería darles las gracias porque protegen mi bolsillo, aunque a veces es a costa de la autoestima.
En fin, la vida no es perfecta.


8 comentarios:

  1. Amiga, sabés qué pienso?
    1- que estás en el barrio equivocado
    2- que casos como el A y el D los he padecido en carne propia y, doy fe de la montaña descendente de la autoestima
    3- que cuando me pasa que vuelvo a entrar en un local donde me atendieron mal pienso: la culpa es mia, quién te mandó a volver???
    4- que me hacés ir a dormir con una sonrisa :) Gracias linda!!!!

    ResponderEliminar
  2. jajaja, gracias a vos!
    Y qué lindo sentir que estas cosas también se comparten... juntas por una autoestima libre de malos vendedores!
    Besote

    ResponderEliminar
  3. Na hay vendedores que no sirven para vender,sobre todo la minas que trabajan en los locales de ropa!! a mi me pasa muy seguido a y en los chinos!! que son muy lentos a la hora de pasar los productos se levatan de la silla boludean...y le decis te podes apurar que me pesa y te dicen NOTENDOOO?...ayyy
    bessssos grandes
    ayez

    ResponderEliminar
  4. Que gran incógnita!!!Por qué volvemos a aquellos locales donde son inoperantes o no nos gusta cómo nos tratan??? juro que no voy a volver...y allí estoy nuevamente la temporada siguiente.
    No me banco que, si te pedí 38 en marrón, ponele, me traigas 39 rojo, porque " es lo único que te queda" mientras te mirás en el espejo o mirás para la calle. AAAAhhhh!!! Las odio!!!
    Perdón el exabrupto!!
    Buen fin de semana
    Mariana

    ResponderEliminar
  5. Lamentablemente muchos son asi, hay de todo. Bueno y malos vendedores.
    Tambien tengo mis anecdotas, asi es que si te sirve de consuelo no sos la unica.
    Lo que yo hago cuando me tratan asi, me voy y no les compro nada.
    Buen fin semana! :)

    ResponderEliminar
  6. Ayez, me hiciste reir con lo de los chinos!
    Marian, es verdad eso de que miran el espejo o para otro lugar! Tenemos que hacer como Andrea, no me atendiste bien, no vuelvo más!
    Buen finde para todas!

    ResponderEliminar
  7. TREMENDO Y ME LEÍSTE LA MENTE!!!! hace tiempo que vengo pensando en esto constantemente porque precisamente: me pasa constantemente!!!! en muy pocos lugares la atención es buena! creo que en parte por eso está creciendo la venta en showrooms y por internet!!!! (y no lo digo solo porque yo venda por ese medio!)saludetes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que debe ser cada vez más notoria la poca onda que le ponen, y te dejan de mal humor.
      A ver... voy a visitar tu "local" :)
      Beso y gracias por pasar!

      Eliminar

Vení, hamacate un ratito