A veces una página en blanco nos da un miedo enorme porque no sabemos como llenarla y a veces es lo mejor que nos puede pasar, porque es la oportunidad de empezar algo nuevo o recomenzar pero distinto.
A veces un cielo cargado de nubes es más que una terrible tormenta que se avecina, es la lluvia que hace fértil un campo.
A veces las nubes en nuestro ánimo, abren paso a un estadio mejor, más sereno y en el que podemos ver con claridad cómo seguir.
A veces hay que parar la máquina y simplemente contemplar.
A veces hacer por hacer, es el mejor modo de fracasar.
A veces hay que animarse y escribir lo que sale, aunque no nos guste... la autocrítica suele ser dura y no siempre es constructiva. Es cuestión de encontrar el equilibrio.
A veces... gano, a veces no.
PD: Este remate vergonzoso con canciónquienseacuerdademambrú, también es un triunfo sobre mi crítica interna. A veces soy adulta, a veces no.